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La proyección de la Dipres de incumplimiento de la meta de Balance Estructural (BE) para 2024 (déficit de 2,3% del PIB, 0,4 puntos porcentuales superior a la meta) y la posibilidad de que el desvío sea aún mayor al estimado, representa un riesgo para la consolidación fiscal y podría afectar la credibilidad de la regla, especialmente considerando que se daría en un año sin crisis económica ni eventos extraordinarios. Ante esto, el CFA reitera su llamado a las autoridades fiscales a cumplir con la meta de BE en el presente año. 

 

Dado que la posibilidad de incumplir la meta en 2024 surge por el importante desvío en las estimaciones de ingresos fiscales, el CFA subraya la necesidad de que la autoridad fiscal mejore su precisión y prudencia para los presupuestos futuros, y que ejerza su capacidad para ajustar el gasto ante situaciones de menores ingresos estructurales, para así cumplir con la meta de BE.

 

El CFA hace notar que el escenario fiscal para el mediano plazo logra estabilizar la deuda bruta bajo el nivel prudente de 45% del PIB, pero sigue siendo muy estrecho, lo que se refleja en nulas holguras de gasto fiscal para el período 2026-2029. En el mediano plazo, una convergencia hacia un BE de 0% del PIB permitiría estabilizar la deuda bruta, pero no bastaría para recomponer el Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES) ni para financiar nuevas políticas públicas. Por ello, el Consejo recomienda cumplir las metas de BE de la presente administración hasta 2026 y, posteriormente, seguir convergiendo, al menos, hasta un equilibrio estructural (0% del PIB), lo que debiera quedar reflejado en los decretos de política fiscal de las próximas administraciones.

 

El CFA considera que la aprobación de la Ley de Cumplimiento Tributario es un avance importante en la reducción de la evasión y elusión tributaria como fuente de financiamiento permanente. Sin embargo, como muestran las proyecciones de la Dipres para el mediano plazo, este avance no es suficiente para resolver la situación de estrés fiscal, en la medida que la mayor recaudación se destina a gastos. Por ello, el Consejo reitera la necesidad de lograr acuerdos sobre fuentes adicionales de financiamiento permanente, como lo son el crecimiento económico y las ganancias de eficiencia permanente en el gasto público.

 

Finalmente, el Consejo reitera su advertencia de que en la actualidad el país cuenta con una menor capacidad fiscal para enfrentar crisis económicas en comparación con los últimos 15 años (Chile pasó desde una posición acreedora neta de 12,2% del PIB en 2008 a una posición deudora de 37,5% del PIB proyectada para 2024), lo que subraya la urgencia de estabilizar la deuda bruta y recomponer el FEES a un nivel entre el 5% y el 7% del PIB en el mediano plazo, en vez de seguir reduciéndolo (la Dipres estima que terminará 2024 en 1,1% del PIB).

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